La Basílica de San Apolinario Nuevo, en Rávena, Italia, es uno de los monumentos religiosos más importantes de la ciudad, así como un ejemplo significativo del arte cristiano primitivo. Construida en el siglo V por el rey ostrogodo Teodorico, la basílica presenta vívidos mosaicos en el suelo que representan escenas del Nuevo Testamento, así como pinturas murales al estilo bizantino. Este es también uno de los pocos ejemplos que sobreviven de la arquitectura del período ostrogodo. Los visitantes también encontrarán coloridos capiteles, frisos y columnas, incrustaciones de mármol y mármoles policromados dentro de la basílica. Aunque no se permite la fotografía en el interior, el patio de la basílica es un lugar excelente para tomar fotos.
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